El municipio de Metapán pertenece al departamento de Santa Ana, se
encuentra a 117 Km de San Salvador y está limitado por los siguientes
municipios: al norte, por la República de Guatemala; al este, por los
municipios de Citalá y La Palma; al sur con
Agua
Caliente (departamento de Chalatenango) y Nueva
Concepción (departamento de Chalatenango); y al oeste por la República de
Guatemala. El municipio de Metapán es el de mayor tamaño de la Región del
Trifinio y uno de los dos más grandes de El Salvador. La cabecera municipal de
Metapán esta situada en la zona central del territorio municipal, su altitud es
470 metros sobre el nivel del mar y posee centro histórico delimitado por
Concultura. La ciudad de Metapán se encuentra emplazada en un sitio intermedio
entre el Lago de Güija (sector más llano de la región) y el macizo de
Montecristo (uno de los sectores con mayor altitud de la región), ambos
espacios naturales de gran importancia localizados dentro del municipio.
Metapán es una antiquísima población precolombina situada en el corazón
del territorio habitado desde tiempos inmemoriales por tribus mayachortis,
tribus que a partir del siglo decimotercero fueron fuertemente influenciadas
por los yaquis o pipiles. Fue tal el grado de fusión de los elementos
autóctonos, los chortis, con los elementos civilizados, los yaquis o pipiles,
que a la llegada de los españoles en la temprana mitad del siglo XVI en
Metapán, Angue, Ostúa y otros pueblos comprendidos entre el cerro Brujo y el
lago de Güija corría el dialecto alajuilak, mezcla de los idiomas chorti y
náhuat.
Ha sido muy divulgada la tradición de que el lago de Güija se formó, en
tiempos muy antiguos, a raíz de tremendas erupciones de los volcanes de San
Diego, La Isla, Mazatepeque y El Desagüe, cuyas lavas obstruyeron el curso
natural de los ríos Angue, Ostúa y Cuzmapa, que anegaron las florecientes
poblaciones de Zacualpa y Güijar. Esta pretensiosa tradición se encuentra
consignada en el informe municipal citado, en estos términos: "Contiene
(Metapán ) tres volcanes, el de San Diego, el Mazatepeque y el de La Isla; el
primero tiene un cráter de 100 varas de latitud y sesenta de profundidad; el
segundo de 50 varas de latitud y 40 de profundidad, y el tercero de 40 varas de
latitud y 35 de profundidad. No hay noticia de la fecha en que hicieron su
erupción, pero se advierte que fue en siglos muy remotos, y tan espantosa que
la lava se encuentra regada en un radio de cinco leguas y de un espesor
sorprendente, capaz de haber destruido cuantos árboles y plantas encontró a su
paso. En las faldas de estos volcanes hay varias vertientes de agua potable, y
no queda ninguna señal de combustión". "Posee esta población -agrega
el documento en cuestión- los vecinos de dos antiguas ciudades aborígenes
llamadas Zacualpa y Güijar (hoy Güija) situada la primera en una gran isla que
está en la medianía de la laguna, y la segunda en el mismo lugar en que hoy se
ve dicha laguna de Güija. En las márgenes de esta laguna se ven varios
edificios antiguos, y aun en su fondo han observado los pescadores, en la
estación seca, algunos capiteles de columnas inundadas. Se encuentran además,
en el agua, piedras de moler maíz, y vasijas de barro.

Una vez alojados los santiagueños en el pueblo de San Pedro Metapán,
comenzaron a edificar sus casas y en unión con los hijos natos de esta población
iniciaron años más tarde la construcción de un hermoso templo, que aun existe y
que es una de las joyas arquitectónicas de la colonia y uno de los monumentos
históricos más notables de El Salvador. "No hay noticia -agrega el
documento mencionado- de la fecha en que comenzaron a construir su templo, y
sólo se infiere que fue en el año de 1736, pero, lo cierto es que 60 años
después de verificada la traslación (de los santiagueños), lo concluyeron en 11
de junio de 1743 debido al celo y piadosa munificencia del Padre Cura Don
Francisco Javier Estrada; todo él es de mampostería y tiene sesenta varas de
longitud y catorce de latitud, y en su arquitectura prevalecen las órdenes
dórico y toscano". En el centro de la rotonda del Coro se lee, escrito en
caracteres de un azul borroso, esta leyenda: "Se acavó este Bermesal en
Metapán junio desde 1743".
En 1770 Metapán era cabecera del curato de su misma denominación y según
refiere el arzobispo don Pedro Cortés y Larraz no tenía pueblos anejos esta
parroquia, pero sí muchas haciendas y valles poblados. La población estaba
étnicamente distribuida así en el pueblo de Metapán: 15 familias de indios con
41 personas y 86 familias de ladinos con 86 personas. Total: 101 familias con
127 almas. "El pueblo de Metapán -dice monseñor-, que está sitiado en una
llanura hermosísima, muy frondosa y fructífera, aunque a la frente de seis
cordilleras de montañas unas sobre otras, y ya las primeras son muy
empinadas", ocupaba, agrega, "como una legua de llanura por cualquier
diámetro".
En 1807, según el corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa,
el partido de Metapán se componía de 2 pueblos, 9 valles y 55 haciendas con una
población total de 4,103 habitantes étnicamente repartidos así: 2,160 ladinos,
1,581 españoles y 462 indígenas. "Goza -dice Gutiérrez y Ulloa- de
temperamento benigno, pero algo vario por la desigualdad de las lluvias, sin
poderse atribuir las calenturas intermitentes y erupciones venéreas que padecen
en las Estaciones indistintamente a otras causas que a los desarreglos
generales del país, y a las clases de laboreos de sus campos, con
particularidad en los beneficios de Minas de hierro de que abunda, cuyo metal
comercian, como asimismo el añil, arroz y azúcar, colectando con regularidad
para su consumo interior, trigo, fríjol, plátanos, raíces y esquilmos".
Gobernado el partido de Metapán por dos alcaldes con jurisdicción civil,
ordinaria, se le nombró por primera vez teniente de la Real Hacienda el 27 de
enero de 1810, nombramiento que interinamente recayó en don Juan Menéndez.
Además. de este cargo, había en el partido encargados o comisionados para las
rentas de correos, tabaco y aguardiente. En 1810 se fundió la hermosa campana,
llamada "Campana del Socorro", cuyo tañido argentino tiene mucha fama
en toda la comarca.
No poco servicio prestó el pueblo de Metapán a la causa justa y santa de
la libertad y de la independencia, y no poco sufrieron sus más precIaros hijos
como resultas de su odio al despotismo monárquico español. La Asamblea Nacional
Constituyente Centroamericana, instalada en Guatemala el 24 de junio de 1823,
quiso premiar esos servicios y sufrimientos, y con fecha 22 de agosto de 1823
expidió el siguiente decreto: "La Asamblea Nacional Constituyente de las
Provincias Unidas del Centro de América, deseando dar un testimonio del aprecio
que merecen a la Nación los esfuerzos y servicios hechos por los pueblos de
Metapán y Ahuachapán en favor de la causa santa de la libertad, ha tenido a
bien decretar y decreta: Los pueblos de Metapán y Ahuachapán usarán en lo
sucesivo el nombre de Villas" y comentando este hermoso y singular
documento, el informante metapaneco de 1858, dice: "Tal vez pocos pueblos
de la República registran en sus anales un documento tan hermoso y auténtico
como éste; emitido hace 35 años por uno de los congresos más ilustres de
Centro-América, parece bastante para ennoblecer a cualquiera de nuestras
poblaciones; por lo que hace a Metapán, aquí están glorificados sus servicios,
enaltecidos sus timbres!!"
Durante la progresiva y liberal administración del ínclito capitán
general don Gerardo Barrios y por Acuerdo Legislativo de 11 de febrero de 1862
se otorgó el título de ciudad a la villa de Metapán. El 12 de abril de 1863
fuerzas guatemaltecas, a las órdenes del oscuro oficial Roberto Montero,
invadieron y saquearon la ciudad de Metapán. Después de incendiar los archivos
municipales y los de la administración de rentas se retiraron a Jutiapa.
Metapán se divide en su zona urbana en los Barrios El Calvario, El
Centro, Las Flores y San Pedro; en su zona rural cuenta con los siguientes
cantones y caseríos:
- Aldea
Zapote: Aldea Zapote, San Casimiro, Llano del Hoyo, Salitrillo, Santa
Gertrudis y Los Terreros
- Belén
Guijat: Belén Guijat, Desague, El Tablón, El Sitio, San Francisco Guajoyo,
Los Ranchos, Las Cruces, El Llano de Guajoyo, La C.E .L. Guajoyo y El
LLano
- Camulian:
Camulián, Los Cerritos, Agua Zarcas, Paseras, Quebrada Honda, Obrajitos,
El Carrizal, Los Sitios y Casitas
- Cañas
Dulces: Cañas Dulces, Las Tapias y Loma Larga
- Capulín:
El Capulín, San Miguelito, Hacienda Vieja, Morales, La Reforma, La
Experiencia, El Roble, Santa Lucia, Llano Grande, San Cristobal y
Tejada
- El
Carrizalillo, Hacienda Vieja y El Carrizalillo
- Cuyuiscat:
Cuyuiscat, Piedra parada, San Antonio Carrizal, Quebracho, Lempa, Los
Ranchos, La Peña, Teosinte, El Terrero y La Junta
- El
Brujo: El Brujo, El Zapote, El Roble, Anguiatu, Las Lajas, Paso la Ceiba y
El Ingenio
- El
Limo: El Limo, Lagunetas, Las Mesas, Tablón Chaguite y Casitas
- El Mal
Paso: Mal paso, Anguiatú, San Jorge, Valeriano, La Cañada, El Pinito,
Despoblado y El Capulín
- El
Panal: Chimalapa, Tierra Blanca, El Carmen, El Jícaro, El Espinal, San
Andres, El Ojushtal y El Panal
- El
Rosario: EL Rosario, El Plan Grande, El Naranjo, Cazuelejas, Las Huertas,
El Limo, La Soledad, El Chagüitón, Cuchilla Palo Negro y Buenos Aires
- El
Shiste: El Shiste, Aceituno, El Playon, El Mamey, La Cañada, Espino
Blanco, El Cerro, Guayabíllas, El Pinalito y El Rodeo
- La
ceibita: Ceibita, Lagunetas, Comizate, Los Aguilares, Los Ramirez,
Los Rosales y Los Ramos
- La
Isla: La Isla, Lagunetas, La Junta, El Ahogado, Las Cuevas, El Tablón, El
Salitre y Las Marías
- La
Joya: La Joya, El Colorado, Santa Cruz y El Caliche
- Las
Pavas: Las Pavas, El Cerrón, Apantio, La Cumbre, Haciendita, La
Zarca, La Ceiba, El Zapotillo, La Junta, Lajitas, El Pacayal, Las
Colmenas, Sitio Los Sitios y Los Ramírez
- Las
Piedras: Las Piedras, Rincón el Espino, Valle Nuevo, Azacualpa, San Diego,
El Cubano, Apatasca, San Isidro, El Rodeo, La Conchagüa, Las Majada, El
Desague, Piletas, San Francisco, Lagunita, La Fuerteza y Las Lajas
- Matalapa:
Matalapa, Santa Inés, Pita Floja y El Playón
- Montenegro:
Montenegro, El Pinal, Quebrada de Agua, Sitio El Palmar y Piletas
- San
Antonio La Junta: San Antonio la Junta, El Garrobo, La Bolsa, Toncontín,
Tablón, Las Pavas, Portezuelo, San Antonio La Bolsa y San Antonio
- San
Antonio Masahuat: San Antonio Masahuat, La Loma, Las Marías, Valle Nuevo,
San Nicolás, La Pastoría y Casitas
- San
Jerónimo: San Jerónimo, El Amatal, Ostúa, El Puntito, La Virgen, Dulce
Nombre y Guayabillas
- San
José Ingenio: San José Ingenio, Majada Vieja, Casas de Tejas, El Cobano,
Col. Buena Vista y La Majadita
- San
Juan Las Minas: San Juan Arriba, San Juan Abajo, Teosinte, Llano del Hoyo
y Dormitorio
- San
Miguel Ingenio: San Miguel Ingenio, Píe de La Cuesta y Matazano
- Santa
Rita: Santa Rita, San Rafael, El Carrizal, Los Llanitos, Las Margaritas,
Los Magaña, Valle Nuevo, El Tablón y Santa Rita Arriba
- Tahuilapa:
Tahuilapa, Belén, El Cuje, Chaperno, El Jute y Los Guerra
- Tecomapa: Tecomapa, Col. CESSA o San Miguelito, Chucumba, Los Llanitos, Las Quebradas, La Soledad, Las Conchas, Tierra Blanca, Santa Fe, Santa Rosa, La Lagunita, Agua Fria, Santa Eloisa, La Barra y El Ronco.
Como elementos físicos naturales cercanos a la ciudad se destaca
especialmente la Laguna de Metapán, al suroeste, pero también su afluente el
río Chimalapa, al oeste. Varios cerros de mediana altura (500 - 600 msnm)
rodean también la ciudad al oeste y sur. Dentro del propio casco urbano
atraviesan el río San José y su afluente el río Las Animas, por el suroeste.
Metapán tiene una extensión territorial de 668.36 km², posee una población de
59,004 habitantes según censo del 2007 ocupando el puesto número 24 en
población.
En Metapán se concentran las mayores altitudes de la región, en torno al
macizo de Montecristo ubicado al norte del municipio. Los cerros mayores de
2,000 msnm son: Montecristo (2,418m), Miramundo (2,384m), La Peñona (2,268m),
El Brujo (2,140m) y El Seitillal (2,088m). Todos los cerros mayores a
1,000 msnm se ubican en la zona oriental del municipio, y los cerros menores de
1,000 msnm se distribuyen en las demás zonas del municipio especialmente al sur
y el norte. Dentro del municipio de Metapán se ubican los cuerpos de agua
existentes en la región como son el Lago de Güija, la Laguna de Metapán y otras
lagunetas menores. Además dada la dimensión del municipio, también inciden en
él varios ríos principales que conforman la red hídrica de la región, entre
ellos el río Lempa que demarca el límite municipal con los municipios de La
Palma y Santa Rosa Guachipilín. Otros ríos destacados dentro del municipio son:
los ríos Angue, Ostúa y Guajoyo afluentes del Lago de Güija; el río Chimalapa,
con su afluente San José, que desemboca en la Laguna de Metapán; el río
Tahuilapa (con sus afluentes El Rosario y San Miguel Ingenio) que desemboca en
el río Lempa.
HISTORIA DE METAPÁN
Orígenes
y etimología
Metapán es una antiquísima población precolombina situada en el corazón
del territorio habitado desde tiempos inmemoriales por tribus mayachortis,
tribus que a partir del siglo decimotercero fueron fuertemente influenciadas
por los yaquis o pipiles. Fue tal el grado de fusión de los elementos
autóctonos, los chortis, con los elementos civilizados, los yaquis o pipiles,
que a la llegada de los españoles en la temprana mitad del siglo XVI en
Metapán, Angue, Ostúa y otros pueblos comprendidos entre el cerro Brujo y el
lago de Güija corría el dialecto alajuilak, mezcla de los idiomas chorti y
náhuat.
Se desconoce el nombre chorti de esta población, más el que aun
conserva, de origen francamente náhuat, proviene de met,
maguey, y apan, río. De tal suerte,
que Metapán significa "río del maguey". En un informe municipal de
Metapán, de 4 de diciembre de 1858, se lanza la peregrina y festinada
etimología de que "Metapán quiere decir, metales tapados", lo cual no
pasa de ser una puerilidad o una tomadura de pelo para los incautos. En efecto,
Metapán vendría meta, metales, y tapan, tapados, ocultos. En 1550 en los pueblos
gemelos de San Pedro y Santiago Metapán había una población de 1,000 habitantes
poco más o menos.
Destrucción de Zacualpa y Güijar
Ha sido muy divulgada la tradición de que el lago de Güija se formó, en
tiempos muy antiguos, a raíz de tremendas erupciones de los volcanes de San
Diego, La Isla, Mazatepeque y El Desagüe, cuyas lavas obstruyeron el curso
natural de los ríos Angue, Ostúa y Cuzmapa, que anegaron las florecientes
poblaciones de Zacualpa y Güijar. Esta pretensiosa tradición se encuentra
consignada en el informe municipal citado, en estos términos: "Contiene
(Metapán ) tres volcanes, el de San Diego, el Mazatepeque y el de La Isla; el
primero tiene un cráter de 100 varas de latitud y sesenta de profundidad; el
segundo de 50 varas de latitud y 40 de profundidad, y el tercero de 40 varas de
latitud y 35 de profundidad. No hay noticia de la fecha en que hicieron su
erupción, pero se advierte que fue en siglos muy remotos, y tan espantosa que
la lava se encuentra regada en un radio de cinco leguas y de un espesor
sorprendente, capaz de haber destruido cuantos árboles y plantas encontró a su
paso. En las faldas de estos volcanes hay varias vertientes de agua potable, y
no queda ninguna señal de combustión". "Posee esta población -agrega
el documento en cuestión- los vecinos de dos antiguas ciudades aborígenes
llamadas Zacualpa y Güijar (hoy Güija) situada la primera en una gran isla que
está en la medianía de la laguna, y la segunda en el mismo lugar en que hoy se
ve dicha laguna de Güija. En las márgenes de esta laguna se ven varios
edificios antiguos, y aun en su fondo han observado los pescadores, en la
estación seca, algunos capiteles de columnas inundadas. Se encuentran además,
en el agua, piedras de moler maíz, y vasijas de barro.
Se cuenta que el finado Victoriano Flórez, pescando hace muchos años,
encontró dentro del agua un candelero de plata. Un indígena llamado Nieves
Santos, el año pasado de 1848, cazando lagartos, encontró dentro de un
promontorio de lava que el agua había descubierto, varias piezas de plata
labradas en figuras esféricas que pesaron una arroba, y esta plata la compraron
los señores don Simón Marroquín, Don Olayo Magaña y Dolores Sola. Se sabe por
tradición que esta laguna se formó por la erupción de los volcanes mencionados
que obstruyendo el curso de los ríos de Osma y el Langue inundaron dicha
ciudad, y a consecuencia tuvieron los moradores que dejar abandonadas sus
riquezas en el fondo de las aguas". Si se examina cuidadosamente el
anterior relato se advierte a primera vista que el autor del citado informe
municipal no estaba bien informado y que es su fecunda fantasía la que ha dado
vida a esos "datos tradicionales". En efecto, las ruinas de Zacualpa
no están situadas en la "gran isla que está en la medianía de la
laguna", sino en la ribera nororiental del Güija, paraje que aún conserva
esa denominación.
Esta población ya estaba abandonada a fines del siglo XVII, pues el
cronista Fuentes y Guzmán en su Recordación Florida asevera que... "se
admira en su contorno un gran vestigio de bello y magnífico aparato, que
representa sin duda haber sido en su antigualla, casa de placer, o defensa
segura de algún señor de aquellos tiempos, bien que más me inclinaré, a
presumir que fuese poblazón de grande y extendido circuito, pues conserva el
nombre de Zacualpa, que quiere decir pueblo viejo". Y agrega:
"Muéstrase hoy más que gran vestigio de esta elegante poblazón, bien que
confusamente informe, aun no permite diseño regular de su extendida plaza, más
para consecuencia del asunto de estos discursos basta apuntar esta antigüedad
material, que hoy, resplandece, y señalar su propio sitio".
En cuanto a las ruinas que existen en la "gran isla", a la que
el licenciado don Diego García de Palacio en 1576 llama simplemente
"peñol", muy por encima de las aguas lacustres, ni siquiera son las
ruinas de una población precolombina, sino los vestigios de un reducido
santuario pipil: el santuario de Teotipa, consagrado como el de Mictlán a dos
divinidades: una masculina, Quetzalcúat, "la serpiente con plumas de
quetzal, y otra femenina, Izqueye, "la de los vestidos de obsidiana".
Según una leyenda yaqui o pipil, del fondo de las glaucas aguas de la laguna de
Güija salió un anciano venerable, de larga túnica azul (Quetzalcúat),
acompañado de una doncella de singular belleza (Izqueye): dioses y héroes
civilizadores. De las ruinas de ese islote, el cronista Fuentes y Guzmán dice:
"en cuyo territorio afirman calificados testigos vénse algunos sátiros en
lo retirado y umbrío de aquellos arcabucos, mitad cabra de medio cuerpo abajo,
y mitad para lo alto con representación humana, bien que remata su frente con
cornamenta robusta, y a estos afirman haberles atribuido reydad los indios del
gentilismo".
Por su parte, las ruinas de Güijar no están "en el mismo lugar en
que hoy se ve la lagunas", sino en la orilla suroriental de la misma, en
el paraje llamado todavía Belén-Güijat. Güijar se destruyó con posterioridad a
Zacualpa, pues en 1689, según una crónica franciscana de los frailes Francisco
de Zuaza y Francisco Vásquez, pertenecía a la doctrina de Texistepeque y guardianía seráfica de San Salvador. "El
otro pueblo es Güijar-dice ese documento-dista de la cabecera (Texistepeque)
tres leguas, su temperamento es en extremo caliente, su terruño asperísimo y su
camino muy fragoso, porque todo ello es monte, peñas y sierras y a cada paso
muy caudalosos ríos. Tiene veintiséis personas de confesión". En 1740 ya
no existía, pues no lo menciona como tal el alcalde mayor de San Salvador don
Manuel de Gálvez Corral.
Construcción de la iglesia
Una vez alojados los santiagueños en el pueblo de San Pedro Metapán,
comenzaron a edificar sus casas y en unión con los hijos natos de esta población
iniciaron años más tarde la construcción de un hermoso templo, que aun existe y
que es una de las joyas arquitectónicas de la colonia y uno de los monumentos
históricos más notables de El Salvador. "No hay noticia -agrega el
documento mencionado- de la fecha en que comenzaron a construir su templo, y
sólo se infiere que fue en el año de 1736, pero, lo cierto es que 60 años
después de verificada la traslación (de los santiagueños), lo concluyeron en 11
de junio de 1743 debido al celo y piadosa munificencia del Padre Cura Don
Francisco Javier Estrada; todo él es de mampostería y tiene sesenta varas de
longitud y catorce de latitud, y en su arquitectura prevalecen las órdenes
dórico y toscano". En el centro de la rotonda del Coro se lee, escrito en
caracteres de un azul borroso, esta leyenda: "Se acavó este Bermesal en
Metapán junio desde 1743".
Otros sucesos de la Colonia
En 1770 Metapán era cabecera del curato de su misma denominación y según
refiere el arzobispo don Pedro Cortés y Larraz no tenía pueblos anejos esta
parroquia, pero sí muchas haciendas y valles poblados. La población estaba
étnicamente distribuida así en el pueblo de Metapán: 15 familias de indios con
41 personas y 86 familias de ladinos con 86 personas. Total: 101 familias con
127 almas. "El pueblo de Metapán -dice monseñor-, que está sitiado en una
llanura hermosísima, muy frondosa y fructífera, aunque a la frente de seis
cordilleras de montañas unas sobre otras, y ya las primeras son muy
empinadas", ocupaba, agrega, "como una legua de llanura por cualquier
diámetro".
Al crearse la Intendencia de San Salvador el año de 1786 el pueblo de
Metapán vino a ser cabecera de uno de los quince partidos en que aquella fue
dividida: cabecera del partido de Metapán. El 21 de noviembre de 1803 se hizo
cargo de la parroquia de Metapán el presbítero Manuel José Escobar. En junio
1805 se hizo cargo de la Intendencia de San Salvador don Antonio Gutiérrez y
Ulloa, quien dictó una sabia providencia a favor del pueblo de Metapán: que
todas las casas de la población fueran techadas con teja para evitar una nueva
desgracia. El 25 de octubre de 1807 los metapanecos acabaron de revocar y
pintar su hermosa iglesia parroquial.
En 1807, según el corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa,
el partido de Metapán se componía de 2 pueblos, 9 valles y 55 haciendas con una
población total de 4,103 habitantes étnicamente repartidos así: 2,160 ladinos,
1,581 españoles y 462 indígenas. "Goza -dice Gutiérrez y Ulloa- de
temperamento benigno, pero algo vario por la desigualdad de las lluvias, sin
poderse atribuir las calenturas intermitentes y erupciones venéreas que padecen
en las Estaciones indistintamente a otras causas que a los desarreglos
generales del país, y a las clases de laboreos de sus campos, con
particularidad en los beneficios de Minas de hierro de que abunda, cuyo metal
comercian, como asimismo el añil, arroz y azúcar, colectando con regularidad
para su consumo interior, trigo, fríjol, plátanos, raíces y esquilmos".
Gobernado el partido de Metapán por dos alcaldes con jurisdicción civil,
ordinaria, se le nombró por primera vez teniente de la Real Hacienda el 27 de
enero de 1810, nombramiento que interinamente recayó en don Juan Menéndez.
Además. de este cargo, había en el partido encargados o comisionados para las
rentas de correos, tabaco y aguardiente. En 1810 se fundió la hermosa campana,
llamada "Campana del Socorro", cuyo tañido argentino tiene mucha fama
en toda la comarca.
Título de Villa
No poco servicio prestó el pueblo de Metapán a la causa justa y santa de
la libertad y de la independencia, y no poco sufrieron sus más precIaros hijos
como resultas de su odio al despotismo monárquico español. La Asamblea Nacional
Constituyente Centroamericana, instalada en Guatemala el 24 de junio de 1823,
quiso premiar esos servicios y sufrimientos, y con fecha 22 de agosto de 1823
expidió el siguiente decreto: "La Asamblea Nacional Constituyente de las
Provincias Unidas del Centro de América, deseando dar un testimonio del aprecio
que merecen a la Nación los esfuerzos y servicios hechos por los pueblos de
Metapán y Ahuachapán en favor de la causa santa de la libertad, ha tenido a
bien decretar y decreta: Los pueblos de Metapán y Ahuachapán usarán en lo
sucesivo el nombre de Villas" y comentando este hermoso y singular
documento, el informante metapaneco de 1858, dice: "Tal vez pocos pueblos
de la República registran en sus anales un documento tan hermoso y auténtico
como éste; emitido hace 35 años por uno de los congresos más ilustres de
Centro-América, parece bastante para ennoblecer a cualquiera de nuestras
poblaciones; por lo que hace a Metapán, aquí están glorificados sus servicios,
enaltecidos sus timbres!!"
Título de Ciudad
Durante la progresiva y liberal administración del ínclito capitán
general don Gerardo Barrios y por Acuerdo Legislativo de 11 de febrero de 1862
se otorgó el título de ciudad a la villa de Metapán. El 12 de abril de 1863
fuerzas guatemaltecas, a las órdenes del oscuro oficial Roberto Montero,
invadieron y saquearon la ciudad de Metapán. Después de incendiar los archivos
municipales y los de la administración de rentas se retiraron a Jutiapa.
En 1890, según el geógrafo don Guillermo Dawson, Metapán contaba
"con 13,860 habitantes, incluyendo toda su comprensión municipal".
Por Decreto Legislativo de 10 de abril de 1894 el municipio de Metapán perdió a
favor del de Nueva Concepción, en el departamento de Chalatenango, los cantones
de Guachipilín, Apanta y Matazano. Esta disposición duró poco tiempo, de tal
suerte que los expresados cantones retornaron a su antigua jurisdicción. Por
Decreto Legislativo de 29 de abril de 1925 los cantones Camulián y Las Pavas se
segregaron del municipio de Citalá del departamento de Chalatenango y se
incorporaron al municipio de Metapán del Departamento de Santa Ana. Metapán ha
ganado mucho con la inauguración en 1928 del ferrocarril internacional (IRCA).
A continuación te dejo un vídeo acerca del bello municipio de Metapán.
A continuación te dejo un vídeo acerca del bello municipio de Metapán.
FUENTES
Información: http://www.mipuebloysugente.com/apps/blog/show/15538012-metapan-santa-anaFotografías: Google Imágenes




